Nuestro tercer workaway en los 5 meses que llevamos de viaje ha sido el más breve de todos. Ya comenzó un poco accidentado. La única información con la que contábamos era que íbamos a trabajar en una hacienda situada a unos 20 min de Sucre, concretamente en los alrededores de una población llamada Totacoa. Habíamos quedado con June, la dueña de la hacienda, en que llegaríamos a eso de las 5 de la tarde y le llamaríamos desde una cabina que hay en Totacoa, justo donde te deja el bus que va de Potosí a Sucre.
El teléfono que nos había dado no daba señal…al parecer había un problema con las comunicaciones por una tormenta que había habido un par de días atrás, ¡qué suerte la nuestra! De pronto nos vimos en mitad de la nada, sin saber dónde ir y con poquísima información del sitio al que teníamos que llegar. Así que empezamos a preguntar a la gente que vimos por allí. La suerte nos acompañó de nuevo; dimos con una familia que se dirigía de vuelta a Sucre (tienen una casita en el campo para los fines de semana) y a los que les sonaba que podían conocer la hacienda por los datos que les dimos: dueños extranjeros, creíamos que ingleses pero ni de eso estábamos seguros, y que seguramente tenían a más “gringos” voluntarios trabajando con ellos. El dato definitivo fue la forma de la casa (la habíamos visto en la página de workaway): blanca y redonda, con techo redondeado también.
El matrimonio, con sus tres hijos pequeños, se portó de maravilla. Nos acomodaron, a nosotros y a nuestras mochilas, como pudieron en su 4x4 y nos llevaron hasta la hacienda. Además se esperaron hasta que conseguimos dar con señales de vida para asegurarse de que teníamos donde dormir.
Al entrar en la hacienda nos encontramos con dos parejas más de voluntarios, unos jovencísimos canadienses, Jesse y Anna, y unos neozelandeses de nuestra quinta, Reece y Charlotte. Los cuatro ni papa de castellano, así que tuvimos un curso intensísimo de inglés avanzado, una semana más y salimos con el proficiency.
Asando marshmallows como unos auténticos yankees |
Los dueños de la hacienda: June, inglesa y Ed, canadiense, llegaron más tarde porque habían ido a buscar a la hermana y sobrino de June al aeropuerto, que venían una semana de visita desde Inglaterra. Los jefes tampoco hablan prácticamente nada de castellano (y eso que llevan ya tres años en Bolivia!!), así que más de lo mismo con el inglés.
Bien, lo que había era una casa preciosa, por dentro y por fuera, que en un futuro quieren que sea un tipo de hotel de lujo-campestre para recién casados o enamorados varios. También tienen una piscina muy grande y bonita y una extensión enoooorme de campo que rodea la casa y que por el momento están sembrando con césped. Los voluntarios no podíamos ni pisar la casa sin llamar antes a la puerta y tampoco podíamos caminar junto a la fachada porque tiene enormes ventanales y, según ellos, violábamos su intimidad. Así que dormíamos de formas varias: Reece y Charlotte tenían un cuarto bastante decente que servía de punto de reunión para todos nosotros. Jesse y Anna, a pesar de haber llegado antes que nosotros, tenían que dormir en tienda de campaña. Nosotros nos quedamos en un cuarto que tienen para almacenar material pero que tiene una cama. A pesar de ser una cama pequeña estuvimos bien, mejor que los canadienses que se tuvieron que chupar la humedad del césped por la lluvia diaria. En común teníamos un cuarto de baño y una mini cocina muy básica. Todos estos cuartos estaban situados fuera de la casa principal.
Trabajábamos cinco horas diarias, con el fin de semana libre al completo. Las chicas básicamente tuvimos un solo trabajo, sembrar hierba. Durante un rato no está mal, pero después de cinco horas la espalda te mata por estar en la misma posición. Los chicos y especialmente Jordi tenían trabajos más diversos y duros. Digamos que Jordi era el único que tenía maña para hacer las cosas, también es cierto que había trabajado durante cinco años en la obra y le gusta. Él estuvo en el tejado, picando y también construyó una escalera de piedras.
Teníamos que quedarnos dos semanas pero al final solo nos quedamos una semana, es decir, solo trabajamos cinco días. Hubiéramos completado el voluntariado si no hubiera sido porque si nos quedábamos la segunda semana nos quedábamos solitos, ya que las otras dos parejas se marchaban. Estando en grupo se estaba bien, porque siempre estábamos haciendo cosas juntos, aunque solo fuera jugar a las cartas o tomar té. Pero solos iba a ser aburridísimo. A las 4 de la tarde acabábamos de trabajar pero allí no había absolutamente nada que hacer, no teníamos Internet y lo máximo que podías hacer era caminar hasta el pueblo y allí tomar una cerveza…ya que Totacoa consistía en cuatro kioskos (tiendecitas de ultramarinos con terraza que dan refrescos o cerveza) y ya está. A eso también hay que sumar que no nos sentíamos muy cómodos con los dueños…no eran mala gente pero tenían unas normas bastante absurdas, que te hacían sentir como si ellos fueran de la realeza y tú un súbdito, vaya era algo que no nos había ocurrido en los otros voluntariados, y mucho menos en El Calafate donde para nosotros los jefes fueron como nuestra familia.
Con mi asistente |
Mi obra de arte |
Resumiendo, nos inventamos una excusa sobre unos supuestos amigos que llegaban a Sucre y con los que queríamos encontrarnos y nos marchamos. El sábado por la mañana salimos hacia Sucre junto a Jesse y Anna. Los neozelandeses ya habían marchado el viernes a la tarde. Sobre Sucre ya os contaremos en próximos episodios de nuestras aventurillas.
Además, la espalda de Tamara no aguantaría mucho más.
We loved it, good to see we could help you learn more English. We don`t approve of the nudity at the end though, haha! We look forward to reading more
ResponderEliminarReece and Charlotte
Hola nois, som l´Esther i en Joan (voltala365). Ara mateix, ja us hem adelantat una miqueta, de Bolívia hem saltat directament a passar uns dies al Nord del Perú (país que ja havíem visitat anteriorment) i ara ja som a Ecuador, però qui sap, a veure si ens trobem més endavant. Moltes felicitats pel blog, us seguim la pista...
ResponderEliminarMolta sort i bons viatges!!!
Eiiii!!!! Una experiència més a lesquena!!! Ehh tamara?? Jaja... Es broma eh!!! De tot es treu un bon profit!! A seguir disfrutant!!
ResponderEliminarJa veiem k el mon es moooolt petit, voltala 365 i un mundo a sorbitos... I sentintelmon!!!
Un fort peto!!! Salut i força al...!!!
Uaaaaa Tamaraaa!!! Eso debe doler campeona!!!!! Aquest en Verde és tot un escultor...res a envejar al mític Michelangelo! Ara a posar-se cremita!!! A seguir amb l'aventura...
ResponderEliminarGo gogogogo xevi
Loved it! Keep up the good writing, and hopefully more fun travels! Quite funny how we all used the same sepia-toned photo. Thanks for the advice on Rurrenabaque, and I hope to see you both one day again!
ResponderEliminarJesse