Salimos
de Chicago pronto por la mañana.
Paradita para rellenar el depósito y vuelta a la carretera. La gasolina está a
menos de 1€ el litro, ahora entendemos el motivo de tantas luchas y guerras por
ocupar territorios para poder mantener el precio del petróleo por los suelos. También
comprendemos porqué los americanos pueden conducir sus monstruosos coches,
todos van con pick ups, jeeps o autos de mucha cilindrada.
El
comienzo de la ruta no pudo ser mejor. En la gasolinera Ambler’s-Becker’s Texaco, una estación de servicio abierta en los
40’ y que sirve de punto de bienvenida a la mítica ruta, conocimos a Jorge y Jessica,
una pareja de Barcelona que al
volante de su flamante Chevrolette Camaro de alquiler está haciendo la ruta 66. Son sus esperadas vacaciones,
tres semanas para recorrer el país. Estuvimos un buen rato hablando con ellos,
fue una verdadera pena no coincidir más rato. Si llegamos a tiempo estamos
invitados a su boda en Las Vegas,
será complicado, a ver qué podemos hacer!!!
La
mejor parte es que nos dejaron probar el Camaro, no tenemos el carné pero valió
la pena arriesgarse, a lo mejor nunca más tenemos la oportunidad. Aunque la
verdad, para qué negarlo, el coche nos quedaba de vicio!!!
Si
no nos vemos por el camino, una cervecita a la vuelta pareja.
nuestro dodge caravan |
Seguimos
rumbo a St. Louis por la histórica ruta 66 pasando por todos los puntos
míticos. El Hall de la fama y museo de
Pontiac, el carruaje de Lincoln y
el Bunyon Giant, también conocido
como ”tall Paul”, en Atlanta.
Llegamos ya de noche a St. Louis a casa de Sage, una chica requetesimpática que nos recibió como a reyes a pesar de que solo íbamos a hacer noche.
La ciudad no tiene nada del otro mundo, un arco enorme que con el viento se tambalea y al que puedes subir pagando 10$ y su famoso equipo de béisbol, los Cardinals.
A veure verdeeee!!!! EStaves acollonido amb el cotxe vermell!!! Per què no li donaves gas... si no passava ningú per aquells carrers!!!! El mégane corre molt més i és més comfortable!!!
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