Después
de la noche en Nashville, continuamos
sin noticias del amigo fantasma de nuestro compañero y a éste le apetecía muy
mucho ir al Parque Nacional de las Great
Smoky Mountains. Nosotros no estábamos tan convencidos pero él manda que es
el que pone el coche así que allá que nos fuimos.
El
parque fue creado en 1934 para proteger lo que quedaba del sur del bosque
Apalache. Es el parque nacional más visitado del país con más de 9 millones de
personas anualmente, más del doble que el segundo más visitado, el Grand Canyon. Además, los científicos
calculan que en las Great Smokey
Mountains viven más de 100.000 especies distintas de plantas y animales,
entre estas destaca por su atractivo turístico el oso pardo del que hay unos
15.000 ejemplares.
Como
todo en USA, el parque está
preparadísimo para que no te falte de nada. Los kilómetros anteriores a la
entrada recorren una avenida repleta de restaurantes de comida rápida, outlets
de ropa, locales donde hacen shows por las noches y hoteles.
El
día que llegamos no tuvimos tiempo para mucho. Entre pitos y flautas se nos
fueron un par de horas solo en pedir información y chuparnos los atascos para
entrar al parque, claro fuimos un viernes por la tarde. El parque es inmenso,
casi 522 mil acres de extensión, así que tienes que conducir para todo y no os
penséis que poco, para ir de un punto a otro te puedes tirar tranquilamente dos
horas en la carretera. Decidimos llegar hasta el mirador en el punto más alto
de las Smoky Mountains a 2.024 m y
así al día siguiente podríamos centrarnos en hacer alguna caminata.
Conduciendo
hacia el mirador vimos que en una de las zonas de estacionamiento había varias
personas sacando fotos y nos paramos a ver qué pasaba. Guauuuuu, no hacía ni
una hora que habíamos llegado al parque y ya teníamos en nuestros morros un
cachorro de oso pardo. Increíble, jamás habíamos imaginado que veríamos a un
oso a menos de 5 m, no veáis como impresiona. Hay gente que se vuelve loca y se
piensa que se trata de un perro pero ¡es un oso!, os dejamos el vídeo para que
veáis lo que pasa si cabreas a un animalillo de estos.
Satisfechos
tras ver a nuestro primer oso, seguimos ruta hasta el mirador. ¿Vistas buenas?,
pues no lo sabemos porque cuando llegamos estaba todo cubierto por la niebla y
aquello parecía el fin del mundo. Nos tocó hacer la carretera de vuelta y
buscar un sitio donde estacionar para pasar la noche, sería la segunda vez del
viaje que dormiríamos en el coche.
En
el punto de información nos recomendaron que si contábamos con poco tiempo
podíamos hacer una ruta circular de 11 millas que se conoce como cades cove y que recorre varias cabañas
que se supone que tienen interés histórico. Hasta las 10 am no podíamos
comenzar porque los sábados tienen prioridad de paso los ciclistas. Primer
error, habíamos entendido mal y pensábamos que era un recorrido chulo para hacer
caminando y no es así, son 11 millas por carretera que o bien haces en bici o
en coche.
Os
podéis imaginar que no tiene ninguna emoción ir en caravana a 5km/h haciendo un
recorrido circular y parar para ver unas casetas de madera sin ningún
atractivo. Nos cansamos y cogimos un desvío para ver la segunda recomendación
de la oficina de información, la catarata
Laurel. Aparcamos y comenzamos a caminar, nada, un recorrido muy simple y
cortito de menos de 2 km que acababa en la catarata en cuestión. Podéis juzgar
por vosotros mismos…un chorrillo de agua.
Bien,
no nos llevamos una gran impresión de las Great
Smoky Mountains. Creemos que tienen
sentido para los estadounidenses porque es cierto que es un país muy plano, sin
apenas montañas y puede que este parque sí que les resulte impresionante.
Además, hay que reconocer que está muy bien preparado para venir con la
familia, pueden llegar con sus inmensos coches cargados con bicis y comida y
acampar en las numerosas zonas habilitadas para ello. También puedes hacer
rutas a caballo y por lo que hemos leído organizan actividades especiales para
niños. ¡Ah!, un gran punto a favor de este parque es que el acceso es
totalmente gratuito y si quieres dormir en los campings sólo pagas unos 20$ por
coche/noche.
Nosotros
tras la ruta a la cascada salimos del parque, aún nos quedaban unas cuantas
horas para regresar a Nashville donde
volveríamos a hacer noche. Antes de acabar el post queremos hacer una reseña,
en estos dos días es cuando más cuenta nos hemos dado de la cantidad de gente
obesa que hay en este país, os juramos que es escalofriante, niños,
adolescentes o adultos con muchos kilos de más. Vigilad aquellos que os guste
Mc Donalds y los refrescos…
és un rovelló pare?? |
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