Las Vegas, también conocida como la ciudad del
pecado o “Sin City” ¿Quién no ha oído historias sobre esta ciudad o visto
películas sobre ella? Pues todo lo que se dice de ella es verdad. Luces,
alcohol, dinero, prostitutas, glamour, juego y turistas, todo en una misma
calle.
Hemos
tenido que ir a wikipedia para ver si existen más ciudades en Nevada porque lo que aparece en los
mapas son todo zonas restringidas para las pruebas armamentísticas militares,
así que cuidado si pasáis por este estado. Toda la zona que rodea LV es puro desierto, miles y miles de kilómetros
sin ver nada más que piedras y arena.
En
cuanto a la ciudad, decir que la imagen que se tiene de Las Vegas realmente es de lo que llaman Strip, la avenida donde se concentran los hoteles y casinos más
glamurosos. Si sales de esta calle, LV
se convierte en otra ciudad cualquiera de USA.
Creemos
que LV es un buen destino para ir de
vacaciones y disfrutar si tienes una buena cuenta corriente, pero para nosotros
que aún no sabemos nuestros planes de futuro venir aquí con nuestro presupuesto
es un poco arriesgado. La verdad es que la ciudad, sobre todo cuando anochece y
se encienden las luces, invita a beber y al desenfreno, por eso recomendamos
dejar la tarjeta de crédito en el hotel.
Hay
una actividad principal cuando vienes a LV,
patearte el Strip de arriba abajo
entrando en todos los hoteles, ¿por qué?, porque son un espectáculo en sí
mismos. Dejando aparte los casinos, que también merece la pena verlos, cada
hotel tiene una ambientación diferente y básicamente recrean lo más
representativo de otras ciudades del mundo. Puedes pasar de Venecia a New York y después a Roma
en cuestión de horas. Y decimos horas porque es extremadamente fácil perderte
dentro de estas moles, vas enlazando sus inmensas zonas de shopping con
restaurantes, te embobas viendo jugar al Black Jack y para cuando te das cuenta
han pasado dos horas.
Además,
otra razón por la que pierdes la noción del tiempo es porque parte de la
ambientación de los hoteles consiste en tener cielos artificiales con su propia
iluminación. Así estás al mediodía con 44º y un sol radiante y entras a un
hotel y de repente es como si estuviera atardeciendo, ¡locura!
Algunos
de estos hoteles son una auténtica maravilla, los escenarios están súper
logrados. Un ejemplo claro es el Venetian, con el nombre ya os podéis
imaginar en qué ciudad está inspirado…En un pis pas está en la Plaza San Marco y los gondoleros
atravesando el puente de los suspiros. Otros que nos han encantado son el Caesars Palace, el Bellagio, el Aria o el New York-New York.
Cada
día hay espectáculos gratuitos en los hoteles. Nosotros solo vimos las fuentes
del Bellagio, que son como las de Montjuic pero solo duran 5 min, y un
show con fuego y agua en el Mirage.
Pero sabemos que el Treasure Island,
que si lo veis es como si estuvieras en la peli de Piratas del Caribe, hace un
espectáculo con sirenas. Y luego si pagas hay millones de opciones, desde un
parque de atracciones en la torre del Stratosphere
a un zoo en el Circus-Circus y un
acuario con tiburones, pirañas y otros animalillos pacíficos en el Mandalay Bay.
LV nunca duerme y aquí todo vale, puedes
pasearte por el Strip durante el día
con una margarita en la mano y nadie te va a juzgar, de hecho los raros éramos
nosotros que no íbamos bebiendo alcohol. No tienes que preocuparte por qué
llevas puesto porque está quien va con vestido de fiesta y perlas desde las
10am hasta quien va semidesnudo o en chándal, a nadie le importa, ni te miran.
aquí el protagonista es el personaje detrás nuestro |
Conclusión,
a LV se viene a disfrutar, a apostar,
a emborracharse, a comer en sus cientos de restaurantes, a comprar en las
estupendísimas boutiques y a hacer lo que te de la real gana sin sentirte
cohibido.
cuidado abuelo al cruzar, que las tragaperras siempre estarán allí! |
Hay muchas ciudades en el mundo con hoteles de alta categoría, lujosos pero creo que los hoteles en las vegas son los mejores hoteles que cualquier ciudad puede tener por la gran variedad, la mayoria son tematicos lo que agrega un plus al lugar y por la diversidad de precios que se pueden adquirir las habitaciones.
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