Sabemos
que nuestro blog es de viajes, pero en el post de hoy no hablaremos de una gran
ciudad ni de un destino turístico que salga en las guías de viaje. No podíamos
dejar pasar la oportunidad de hablaros de un viaje a…el monte y al fascinante mundo de las setas.
A nosotros, al contrario que el resto de mortales que van a buscar “bolets", no nos importa
decir el sitio exacto donde vamos "de caza", lo confesamos, hemos ido al bosque.
Hay algunos que van al mercado y otros al supermercado pero a nosotros nos gusta ir a por
ellas, visitarlas en sus casas y eso que está tan de moda ahora, desalojarlas
de su hábitat.
Suena
mal y lo sabemos, pero ¿quién dijo que la vida de las setas fuera fácil?
Levantarte
temprano o no, coger la cesta, el bastón, algún que otro tentempié y el famoso
cuchillo. ¿Cuándo van a ponerse de acuerdo en si es mejor cortarla la pata o arrancarla de raíz?
En
fin, nos encanta coger “rovellons i pinenques” aquí en Catalunya, níscalos en Castilla y las “brumoses o llanegues”, es decir, las pardillas. Conocemos algunas
otras pero los níscalos son las que más te aportan, se esconden pero se
encuentran, son de distintos tamaños y colores pero bonitas, algunas solitarias, otras más sociables que viven en grupo...sea como sea nunca hay que confundirlas con las
“lleteroles”, que aparentemente son exactas pero al girarlas puedes comprobar que les sale una leche blanca de debajo del sombrero.
Es
otra formar de viajar, a lo mejor más personal, más individual, solo tú y el
bosque. Pasear entre los árboles, respirar el aire limpio, pelearte con esa
rama que te impide el camino por el que crees que obtendrás el trofeo y finalmente llega la recompensa… Allí está ella, escondida, húmeda y miedosa. ¡Por fin eres mía!
Ir
a buscar setas tiene grandes beneficios; haces ejercicio, respiras aire puro, puedes disfrutar un rato de buena compañía y solo se nos ocurre un inconveniente, que al cerrar los ojos cuando te vas a dormir solo
ves setas de todos las formas y colores.
En fin, los que conocéis este mundillo ya sabéis de lo que hablamos. Al resto os invitamos a adentraros en el fabuloso universo de las setas. Eso sí, los que no tengáis ni idea id con alguien que sepa o al menos enseñar vuestro tesoro a algún entendido, no vaya a ser que empecéis a ver dragones azules o, peor aún, que sea el último alimento que os llevéis a la boca. Por si acaso os adelantamos un consejo, si encontráis una que tiene un parecido asombroso con esa en la que se sentaba David el Gnomo ¡no la cojáis!, sabemos que es preciosa pero promete que acabaréis en una caja y bajo tierra antes de lo deseado.
Oita els boletaires!!!! Ben fet, es un gust trobar-ne ;) nosaltres tb ens agrada força... i despres una bona cassola o a la planxa!!!
ResponderEliminarA disfrutal-se que segur que ja us els heu cruspit...
Petunet
Núria
Hola Núria!!!
ResponderEliminarLa verdad es que entre tantas escapadas al monte tenemos el congelador repleto de bolets...ahora toca disfrutarlas!!
Petons.