Definitivamente he dejado el kite. Ayer terminé mi curso. Lo que tenía que ser un curso de nueve horas lo he dejado en seis. Las razones son varias. La principal es que no me apetecía seguir pagando horas a un tío que no mostraba el mínimo interés en que aprendiera y eso que al inicio nos hizo una buena oferta… al final vi que no era demasiado serio. No respetaba los horarios, me hacía pasos distintos al resto de principiantes, las clases eran en horas de mucho viento… no sé supongo que tuvimos mala suerte y eso que el tío era de Pals, pero vete a saber en qué plan está aquí. Otra razón es el viento de Jeri, a los profesionales les va de lujo, pero para los que probamos de iniciarnos en esto hace que sea muy complicado, ayer había vientos de 90km/h. Es alucinante ver como la cometa es capaz de arrastrar todo tu cuerpo en el aire, el aparato que desde la orilla parece pequeño mide de 5 a 7 metros.
Ahora ya puedo decir que una de las 2 partes en que consiste este deporte la domino, la cometa ya la controlo…la tabla es otra cosa. Lo dejé en lo que llaman el waterstart, o sea intentar ponerse de pie, así que éste será mi próximo paso.
Cambiando de tema, ya tenemos próximo destino. El lunes nos vamos a Salvador de Bahía. Jericoacoara se nos ha quedado pequeño. Es un lugar encantador pero necesitamos empezar a movernos. Era lo que necesitábamos, un tiempo para aclimatarnos al nuevo país, nuevo continente, nueva gente…ahora nos vemos capaces de ir a una gran ciudad. La intención es visitar Salvador y sus alrededores dedicando 2-3 días a cada lugar; pero bueno eso nunca se sabe…dejamos las puertas abiertas a cualquier otra cosa.
Al final vamos en avión desde Fortaleza, encontramos un chollo y nos salía igual de precio que el Onibus (bus de toda la vida), con la diferencia que el viaje tarda 10 horas menos. Así que no nos lo pensamos. Os mantendremos informados.
Aquí una de nuestras aventurillas en buggy.