sábado, 5 de noviembre de 2011

salvador de bahía

Teníamos muchas ganas de llegar a Salvador de Bahía. Ahora sabemos por qué llaman a Brasil el país de los contrastes. Salvador fue la primera capital del país, ahora es la más africana de sus ciudades y el color de piel de sus habitantes es una prueba de ello. Sus antepasados fueron esclavos traídos de África por los colonos portugueses. Ahora el orgullo de su raza es evidente en la ciudad.

Elevador de Lacerda

Dicen que si Rio de Janeiro es el corazón, Salvador es el alma de Brasil. Las calles del Pelourinho (centro histórico) tienen algo peculiar, una extraña sensación te envuelve cuando caminas por ellas. No sabemos si son sus raíces africanas, la religiosidad mezclada con el esoterismo o las huellas de la esclavitud, pero todo esto junto con el colorido de los edificios coloniales hace que o te encante Salvador o te cree desasosiego; a nosotros un poquito más de lo segundo.
Mujer con traje de baiana: "matrona"



Hoy día, el “Pelo” está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO pero eso no quita que en cada esquina se den situaciones que te crean inseguridad. Durante el día los policías patrullan el barrio y las calles principales cuentan con cámaras de videovigilancia que velan por la seguridad ciudadana. Aún así, desde el primer día nos recomendaron no salir a la calle con muchas cosas de valor o, como mínimo, no mostrarlas. Y es que el centro histórico tiene el mayor número de pillos por metro cuadrado. Si eres “gringo” tienes un plus de 1 BRL en todo. Ayer mismo, al pedir un acarajé (plato típico de Bahía) nos cobraron 5 BRL cuando el hombre que teníamos delante pagó 4.


Acarajé

Casas tipo colonial


Tuvimos suerte, llegamos un martes que es el día más festivo de la ciudad. Aquí lo llaman “martes bendito” y es el día grande para los afro-brasileños. Al lado de nuestro hostel, en la “escalera do Carmo” se celebra un concierto y fue alucinante ver el ritmo que tienen en la sangre. Pero la noche no acaba aquí, la fiesta sigue por las calles del Pelourinho con ritmos que salen de todas partes. Salvador destaca por su música, su gente y su gastronomía y todo esto se junta el martes por la noche. Lo más increíble es que pueden tirarse bailando hasta las 5 o 6 de la mañana y al día siguiente tienen que ir a trabajar sin apenas haber dormido. Nosotros en cambio nos retiramos pronto, llevábamos más de 24 horas sin dormir entre buses y aeropuertos y nuestros cuerpos ya no estaban para fiestas.






1 comentario:

Alex dijo...

q bonitoo!!! me encantan las casas d colores! y la plaza con la iglesia y el cruceiro me recuerda muchísimo a Galicia!! Por cierto, q es ese islote q se ve en la imagen del puerto?? el q está en medio del mar??
Disfrutad chicos!! y pegaros un bailoteo a nuestra salud ;)