lunes, 2 de abril de 2012

Lago Titicaca y Copacabana


El viaje desde La Paz a Copacabana tuvo su puntito de emoción, bueno, nada del otro jueves pero sí que fue divertido. Cuando llegas a Tiquina hay que atravesar el Lago Titicaca para acceder a Copacabana, sería evidente que tendría que haber un puente ¿no?, pero esto es Bolivia. Como los buses de momento no nadan, lo solucionan con una especie de balsa gigante.

La llegada a Copacabana fue un poco decepcionante, nos esperábamos un rinconcito en el paraíso y la verdad es que es un pueblo bastante feo, repleto de argentinos o hippies de estos modernos que van allí a vender sus pulseritas y a tocar algo que pretendía ser música. Además, nos acompañaba nuestra amiga la lluvia.

La primera noche la pasamos en un hostal bastante rarillo pero que, dentro de lo que cabe, estaba muy limpio, en la misma Plaza Sucre. A la mañana siguiente, lo primero que hicimos fue cambiarnos al Hostal Colonial, el lugar donde pasaríamos las dos noches siguientes.

Copa no tiene mucho que hacer, solo da para subir hasta el Cerro Calvario para tener unas buenas vistas del Lago Titicaca.
la subida al Cerro Calvario
y las vistas
La lluvia no nos dejaba tranquilos, así que tuvimos que esperar a que aflojara un poco para hacer el típico tour por las agencias para averiguar los precios a la Isla del Sol. No cambian mucho, van de 25 a 30 Bs ida y vuelta. Lo importante de este tour es averiguar dónde te deja el barco, ya que puedes desembarcar en la parte norte de la isla o en la sur. Dependiendo de dónde te bajes es más fácil recorrer la isla a pie, que es lo que hubiéramos hecho nosotros si no hubiera sido por las malditas nubes que amenazaban con lluvia.


entre estas tres islas hay la ciudad inca hundida
Total, nos bajamos en la parte norte y enseguida nos asaltó un guía que proponía un tour guiado por las ruinas por 10 Bs. Se supone que este precio era el necesario para poder acceder a las ruinas y, como tal, nos dieron un ticket oficial que te iban pidiendo en distintas partes del camino. El guía dejaba mucho que desear. Para empezar, tan siquiera sabía hablar correctamente el castellano, ni que decir del inglés o cualquier otra lengua extranjera, no tenía ni pajolera idea. Así que nos íbamos imaginando lo que quería decir en su mezcla de aymara y castellano fulero. Era un hombre mayor, desdentado y que olía a fraude. Para colmo, en cuanto acabó la visita guiada, nos pidió que nos sentáramos para reclamarnos el pago de su servicio como guía, cuando en ningún momento dio a entender que la guía no estuviera incluida en la entrada. Encima el tipo se echaba flores alardeando de que era el guía que menos cobraba de la isla, que solo pedía 10 Bs por cabeza, ¡cómo para pedir más! Nosotros le dimos 10 Bs por los dos y ya nos pareció un robo, pero son el tipo de chanchullos a los que ya nos deberíamos haber acostumbrado en este país.

mesa ceremonial de los incas

Nuestro barco nos recogía a las 13:30 hs del puerto para llevarnos a la parte sur. Había la opción de ir caminando que, como hemos dicho antes, era nuestra intención inicial, pero hacer este recorrido requiere unas tres horas y a las 15:30 partía nuestro barco del sur para regresar a Copacabana. Teniendo en cuenta que nuestro super guía acabó su tour a las 12:45, nos quedaban menos de esas tres horas para atravesar de un lado al otro; esto junto con la amenaza de lluvia nos quitaron la ilusión y decidimos regresar al barco.


Lo bueno fue que durante el camino de vuelta al barco conocimos a una chica madrileña, Arancha, con la que estuvimos charlando hasta la vuelta a Copa. Con ella recorrimos la parte sur de la isla, mucho más bonita, a nuestro juicio, que la norte. Lo mejor es la escalera del Inca que te lleva hasta el pueblo y que no es más que una escalera que va acompañada por una cascada de agua natural.


En fin, la Isla del Sol también resultó un poco decepcionante, quizás el tiempo no nos acompañó al principio y eso le restó un poco de belleza, pero lo cierto es que nos esperábamos mucho más.

cerdos bolivianos
Ya solo nos quedaba pasar nuestra tercera y última noche en Copacabana y, también, en Bolivia, ya que a la mañana siguiente nos esperaba nuestro próximo destino, Puno, Perú. Una nueva frontera que cruzar.


3 comentarios:

ALBERTO dijo...

Mucha suerte en Perú. Aunque habéis mostrado unos paisajes impresionantes, me parece que Bolivia no os ha dejado tan buena impresión como Argentina. Es lo que tiene la variedad de gentes y culturas.

Anónimo dijo...

Hola parelleta!!!!
Uf!!!! cada cop que entres al blog, hi tens una feinada de mil dimonis, quants canvis, quantes imatges de impressionant bellesa, quantes explicacions tant i tant interessants. És magnific, emocionant, i expectacular.
La diversitat de paisatges, la duresa dels cims, la pedalada tan durilla... les sdiferents espècies d'animals... la cagadeta de mono sobre el cap de la Tamara, fent de pinça de cabells... els "petits inconvenients" dels trajectes, de les estades.....
Que bó, viure-ho com si hi fossim, per això us anem seguint, per sentir-nos com si viatgessim al vostra costat, i anar fent "culturilla" com diu la Tamarà. Apa!!! fins a PERU,
"Els de Vic"

Jordi - Tamara dijo...

Jajaja,
que bé que ens anem culturitzant tots a la vegada...a nosaltres també ens serveix molt aquest viatge per aprendre coses que si no mai haguéssim sabut!!

Com ha anat la semana santa pluja per variar!!

Una abraçada dels viatgers!!!