jueves, 26 de abril de 2012

Machu Picchu



El cuarto y último día del Inka Jungle nos levantamos temprano, más bien de madrugada, a las 4 am concretamente. Era el gran día, nos esperaba la ciudadela perdida de los Inkas, el Machu Picchu.

Llegar hasta allí requiere un esfuerzo, a no ser que optes por coger uno de los buses que por el “módico” precio de 10 US$ te ahorran el trayecto a pie desde Aguas Calientes hasta el Machu Picchu. Si prefieres sudar para subir, tienes que salir del pueblo a eso de las 4:30 am y hacer un trayecto de unos 30 min para llegar al puente que abren a las 5 am y que es el comienzo de la subida hasta la ciudad Inka. Nada, unas 1.400 escaleras más tarde llegas a la meta, empapados de sudor pero felices.


a esas horas de la mañana se hace duro el trayecto...

una vez arriba
Teníamos una visita guiada incluida con el tour pero a nuestro guía se le pegaron las sábanas y apareció a las 7 am, o sea que estuvimos una hora contemplando la puerta de entrada y muriéndonos de ganas de por fin ver una de las nuevas maravillas del mundo. Eso sí, nada más atravesar el control de entrada nos quedó clarísimo que la espera y el esfuerzo había valido la pena. El Machu Picchu no es solo como se ve en las fotos, es mucho mejor, es tan grandioso que te quita el aliento. Ya va siendo habitual en los últimos meses la sensación que nos recorre por el cuerpo cuando visitamos una maravilla del mundo, los minutos antes de contemplarla te entran las dudas de si valdrá realmente la pena o sí será tan maravilloso como dice todo el mundo; en este caso no defrauda.

a la mañana todo es niebla
La visita guiada dejó bastante que desear, duró dos horas pero no nos contó nada que no hubiéramos escuchado o leído anteriormente; el guía además de llegar tarde parecía tener ganas de acabar pronto. Lo mejor será que os contemos un poquito de historia para que os situéis y podáis entender mejor lo que es el Machu Picchu.

La civilización Inka no fue muy longeva en el tiempo, apenas duró unos 400 años, del 1.200 d.c. al 1.532 d.c, sin embargo dejaron una huella muy fuerte en los territorios que habitaron. Hay dos leyendas que explican la creación del Imperio Inka. La primera y más popular es la de Manco Cápac y Mama Ocllo. Dicen que Inti, el dios Sol, decidió enviar a sus hijos a las tierras del Lago Titicaca para civilizar a los habitantes que vivían como salvajes. Inti les dijo que debían formar una capital del Imperio del Sol y para ello les entregó un bastón  de oro; debían caminar hacia el norte e ir clavando el bastón por las tierras que atravesaran. Allí donde el bastón se hundiera en la tierra sin esfuerzo sería donde fundarían la capital. Esto ocurrió en Cusco, en lo que hoy es su Plaza de Armas, pasando a ser el “ombligo” (Cusco en lengua Quechua) del mundo, la capital del Imperio del Sol. Manco Cápac y Mama Ocllo, hermanos y a la vez marido y mujer (un poco raritos estos Inkas), se convirtieron en los primeros Inkas y fundadores del Imperio Inka.

eran unos auténticos malabaristas con las piedras

La segunda leyenda tiene los mismos protagonistas, aunque esta versión se conoce como la de los hermanos Ayar. Después de un gran diluvio en la montaña Pacaritambo aparecieron cuatro hombres y cuatro mujeres, hermanas y esposas de ellos. Obvio que una de estas extrañas parejas era la constituida por Manco Cápac y Mama Ocllo. Estos jóvenes decidieron dirigirse hacia el sudeste en busca de tierras más fértiles y prósperas. Pero durante el camino todos los hermanos fueron muriendo en extrañas circunstancias salvo Manco Cápac, que llegó hasta Cusco junto con las cuatro mujeres. Una vez allí, clavó su bastón de oro y comprobó que se hundía con facilidad pero no era fácil de sacar, por lo que fundó la capital del Imperio del Sol.




Ni los mismos peruanos, ni tan siquiera los libros ni por Internet se ponen de acuerdo en el número total de Inkas que existieron. Para algunos fueron 12 y de aquí la cifra varía hasta los 16. Lo primero que hay que entender es que “Inka” significa “rey” en Quechua, así que lo que contabilizan es el número total de reyes que existieron durante el Imperio. Los Inkas eran considerados hijos del Sol, por lo que eran como dioses y, como tal, eran objeto de culto y adoración. En lo que todos están de acuerdo es que Manco Cápac fue el primer Inka y que el noveno Inka, Pachacútec, representa el periodo de máxima expansión del Imperio Inka; por ello muchas veces aparece la fecha de 1.438 d.c. haciendo referencia al Imperio del Sol, porque en este año comenzó la conquista de nuevos territorios que acabaría por hacer tan grande a la cultura Inka.




La ciudadela del Machu Picchu, en Quechua "montaña vieja", fue construida en más o menos 70 años. Como todo lo que hace referencia a los Inkas, tiene un origen difuso. Y es que al no tener una escritura no se sabe mucho de esta cultura. Muchos dicen que era un lugar de retiro para las clases más altas, otros el lugar dónde se reclutaban y entrenaban a las jóvenes vírgenes. Y por último, una ciudad normal muy organizada, dónde había cabida para el pueblo, que se ocupaba de trabajar la agricultura, los chamanes y sabios por los templos, y la nobleza.




Lo realmente bonito que tiene esta cultura es el misticismo que la rodea. Y es que seguramente nunca se sabrá de ciencia cierta nada de lo que hacían ni los motivos que tenían.

Hay un montón de leyendas sobre el lugar, las dos que más nos sobrecogieron fue la dice que la ciudad vista desde el Huayna Picchu tiene forma de ave. Se supone que al girar esta foto se ve el ave, nosotros seguimos sin verla.


Y por supuesto el perfil del Inka que aparece en las fotos si giras la típica toma que hay de la ciudadela con el Huayna de fondo. Clarísima.
foto normal
el perfil inca, nariz grande
Las investigaciones indican que el Machu Picchu quedó deshabitado a partir de 1540, cuando llegaron los españoles y los Inkas fueron a refugiarse a Vilcabamba, que fue el último refugio y última sede de resistencia antes de la desaparición del Imperio. Así, la ciudadela del Machu Picchu cayó en el olvido, la Colonia nunca llegó hasta allí y no fue hasta el 1911 que el historiador norteamericano Hiram Bingham, al frente de una expedición de la Universidad de Yale, descubrió la ciudad perdida de los Inkas. Ahora, se celebra el 100 aniversario del descubrimiento del Machu Picchu y los peruanos siguen esperando que EE.UU. les devuelva todo lo que Bingham extrajo de la ciudadela y se llevó a Yale para estudiarlo prometiendo devolvérselo en 18 meses. En realidad, el auténtico descubridor fue Melchor Arteaga quién habló de la maravillosa fortaleza a Hiram Bingham.

Nos vamos a permitir un consejo, para aquellos que se animen a visitar el Machu Picchu sí o sí tienen que subir al Huayna Picchu, que es la famosa montaña que se ve en la estampa típica de la ciudad perdida. Son un montón de escaleras resbaladizas y estrechas hasta llegar a la cumbre pero es mucho más fácil de subir de lo que nos esperábamos y la recompensa no tiene precio. La entrada combinada de Machu Picchu y Huayna Picchu cuesta 152 soles, a no ser que seas estudiante universitario y tengas la tarjeta Issic, con lo que te ahorras la mitad.




Otro consejo es que cuando compras la entrada para el Huayna (con antelación porque solo pueden subir 400 personas al día) puedes escoger entre dos horarios, de 7 a 8 am o de 10 a 11 am; mejor el segundo turno porque te aseguras que el día ya habrá despejado y la niebla no te tape las vistas.

del río al las puertas del templo, lo que tuvimos que subir...


Otra cosa, no vale la pena caminar hasta el Puente del Inka. El guía nos lo vendió como un “must” del Machu Picchu porque ahora lo podíamos hacer gratis ya que el gobierno aún no ha comenzado a cobrar una entrada aparte para llegar hasta allí. Es una mierda pinchada en un palo, de verdad, dos tablones de madera que se supone que son especiales porque los pusieron los Inkas pero a lo mejor son los tablones que utilizaron para remodelar el Ayuntamiento de Cusco.


A las 3 pm decidimos salir de la fortaleza del Machu Picchu y emprender el regreso a Aguas Calientes. Aún nos quedaban 1.400 escaleras, esta vez de bajada y una lluvia que nos acompañó todo el camino. Tras unas pizzas y cervezas con nuestros compañeros nos tocó ir a buscar el Perurail a las 6:45 pm y de vuelta a Cusco.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Be, una altra fita complerta, imatges espectaculars realment ha de valdre la pena tot l'esforç q aixo pugui costar, mots record i endavant
desde Vic molts petons

Anónimo dijo...

Eiiiii!!!!! Es increible tot el q esteu vivint!!les fotos son genial i les vostres explicacions encara mes!!! Ens transmeteu totes les vostres experiencia!! Continueu disfrutant al maxim! I no deixeu descriure el blog,ns sentim mes aprop d vosaltres!! Una abraçada!!! Carles i cristina

Anónimo dijo...

IMPRESIONANTE!!

No hay palabras. Quiero los zapatos de Dorothy (ya pongo unas zapatillas en la mochila) y en un plis-plas, estar allí.

Por cierto, yo veo un pájaro con cresta, no sé si será el que dicen ellos...

Un besote

Belén