Viajar
en camión es toda una experiencia, sentados íbamos unas 12 personas y de pie
unas 40 más. La gente subía con sacos de patatas, maletas y hasta gallos de
pelea. Para trayectos cortos está bien, máximo tres horas que es lo que
tardamos nosotros.
Viñales
es un pueblecito, famoso porque en la región es donde se cosecha la mayor parte
del tabaco del país y también donde se consiguen las mejores hojas que sirven
para hacer la “capa” de los puros, es decir, la hoja que los envuelve, la parte
más externa. Cada vez hay más turismo que llega a Viñales y, para que os hagáis
una idea, ya cuenta con más de 300 casas de huéspedes y durante la temporada
alta (julio y agosto) es difícil encontrar lugar si no se reserva con
antelación.
Hay
dos actividades claves que hacer en Viñales, una caminata o paseo a caballo por
el Valle para, entre otras cosas, visitar la casa de un campesino que cultive
tabaco, e ir a Cayo Jutías, una playa que dicen que es de las más bellas del
país. Nosotros conseguimos hacer ambas en el mismo día.
Hicimos
una caminata de unas dos horas y media por el Valle con un guía no oficial y
nos costó 8 CUC por cabeza. Nunca habíamos visto una tierra tan roja como
aquella. Atravesamos cultivos de piña, mango, aguacate, zapote, maíz, café y,
por supuesto, tabaco, aunque en esta época ya se ha recolectado así que no se
ve. Cruzamos por una cueva que se construyó como refugio en caso de guerra y
finalmente llegamos a casa de un campesino que nos regaló un coco loco, un coco
al que le añaden guarapo con miel y aguardiente de caña (es como el ron blanco
pero no se vende, el estado solo se lo da a los campesinos) Además, el
agricultor nos enseñó cómo se hace un puro, sencillísimo y nos lo dio a probar.
A
la vuelta conseguimos un taxi por 30 CUC que nos llevara y trajera cuando
quisiéramos de Cayo Jutías. Es un poco caro pero la otra opción era ir con una
excursión de la agencia de turismo oficial del Estado, Infotur, que salía por
22 CUC por cabeza incluyendo un almuerzo y la entrada al cayo (5 CUC), pero
para eso hubiéramos tenido que quedarnos una noche más en Viñales ya que solo
salía a las 9 am.
Cayo
Jutías es una preciosidad, una playa aún virgen de verdad. Allí solo hay un
restaurante a la entrada y después todo es vegetación salvaje, arena blanca y
aguas turquesas. Por suerte aún es temporada baja y no había casi gente porque
la playa es súper estrecha así que cuando las 300 casas de huéspedes de Viñales
se llenan debe ser terrible.
En
cuanto llegamos a la playa nos dimos cuenta de que sí hay transporte económico
alternativo para llegar hasta allí pero esta es una de las cosas que más nos
están costando en Cuba, conseguir información fiable de los cubanos. Solo
quieren enviarte por Viazul y excursiones organizadas por Infotur, se inventan
que no hay nada más.
Por
lo demás, en Viñales no hay nada que ver, pero es un pueblo bien agradable para
pasar una tarde. Todas las casitas son de una sola planta y tienen su porche
delantero con mecedoras. La lástima es que fuimos a parar a una casa en la que
no estuvimos nada a gusto. Los dueños solo querían vendernos de todo y cuando
se dieron cuenta de que no queríamos desayunar y cenar en su casa cambiaron de
actitud y casi ni nos saludaban. Es más, nos aseguraron que en Viñales no era
posible comprar nada con MN y obviamente es una mentira como una catedral. La
noche nos costaba 15 CUC pero el desayuno lo cobraban a 3 CUC y la cena a 6
CUC, así que hacían más negocio con las comidas que con el cuarto en sí.
En
la zona de Pinar del Río son muy típicas las peleas de gallos. Es ilegal pero
todo el mundo sabe donde se hacen.
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